miércoles, 7 de septiembre de 2016

LA HERMENEUTICA DE H-G GADAMER



Horror! Veo que el último trabajo publicado es de Diciembre del año pasado! Con el agravante de que en él había prometido un resumen de la obra de Gadamer, cosa que no hice. No cargaré al posible lector (si es que me queda alguno) con la relación de lo que ha sucedido, y el porqué de este prolongado silencio. Tan solo retomaré la marcha como si fuera ayer que escribí la introducción a este tema. No puedo hacer otra cosa.
Como dije entonces, el libro más importante de Gadamer (a juicio de la mayoría de autores) es Verdad y método, pues en él propone lo que será una nueva visión de la hermenéutica, muy distinta de lo que hasta entonces había sido, una técnica para la interpretación de textos religiosos. En realidad ya Heidegger había propuesto un camino para los nuevos planteamientos hermenéuticos, pero es Gadamer, su discípulo, quien recorre ese camino, con resultados muy sorprendentes y que han dejado huella, no tan solo en la filosofía, sino en todas las ciencias humanísticas.
Esta nueva hermenéutica ya no se refiere a los textos religiosos, como digo, sino a la interpretación social, es decir, a la manera como comprendemos y construimos los humanos la verdad.
 Aunque Gadamer se refiere a la interpretación de textos, resulta evidente (al menos para mí) que no hay que tomarlo en forma literal, pues lo mismo que vale para la comprensión de un poema vale para la comprensión de cualquier producción humana. Y al respecto dice: "...hay que comprender a un poeta mejor de lo que lo comprendió él mismo, pues él no se comprendió en absoluto cuando tomó forma en él la construcción de su texto" (Gadamer, 1996) Esta declaración es bastante sorprendente, sin duda, e implica que lo que alguien construye como una supuesta verdad no queda cerrado sino, al contrario, abierto a la interpretación de los que habrán de ponerse en contacto con su producción en el futuro. El intérprete construye su comprensión del texto como una respuesta a la pregunta que el texto le sugiere, desde la pre-comprensión que la tradición histórica (a la que pertenece el mismo intérprete) le sugiere. Quiere decir Gadamer que nadie aborda una producción cualquiera sin pre-juicios, los que a su vez estarán relacionados con la particular etapa histórica del intérprete (Gadamer lo llama la "realidad histórica del ser").
Todo esto implica, como se ve, no precisamente una técnica o método de interpretación, sino una praxis, donde la comprensión solo puede tener lugar desde una dialéctica entre "los horizontes" del intérprete y los del texto. La interpretación constituye según Gadamer una "fusión" de ambos horizontes, que tampoco queda cerrada sino abierta a nuevos horizontes ulteriores.
La comprensión, pues, se logra a través de un diálogo entre el intérprete y el texto, donde los sucesivos intérpretes van construyendo su comprensión del texto.
Frente al texto, además, no cabe neutralidad ni autocancelación (el mito del observador no participante) "sino que incluye una matizada incorporación de las propias opiniones previas y prejuicios"
¿Que importancia tiene todo esto para el psicoanálisis? Abordaremos este interesante tema en una próxima entrega, que prometo será, ahora sí, dentro de un muy breve intervalo de tiempo.

5 comentarios:

  1. Pareciera que la importancia para el psicoanálisis, como una buena interpretación, va ya apareciendo sola... muchas gracias por su publicación Dr. Gisbert.

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    1. Gracias por su amable comentario, aunque me hubiese gustado que lo firmara con su nombre

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  2. Alfonso, que bueno que retomes, pues nos animas a buscar ese necesario paréntesis para pensar-nos. Tus líneas me llevan inmediatamente a revisar el tema de la interpretación en psicoanálisis y a admitir lo difícil que resulta que un grupo de psicoanalistas coincidan (cada uno con su lente, con su horizonte personal y teórico. El reto del analista es sin duda, que él y su analizando se encuentren en el mismo horizonte, para ver esa parte de la verdad que se necesita atender en sesión, para transformar, de ser posible, aquella verdad o trozo de verdad, que genera malestar.

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    1. Gracias, Auxi, por tu comentario, con el que estoy de acuerdo, pues lo importante no es que los psicoanalistas coincidan (cada uno tiene, como tú dices, su propio horizonte), sino que cada uno logre encontrarse y "fundir" ese horizonte con el de su analizando. En la próxima entrega hablaré sobre la relación de la hermenéutica de Gadamer con nuestra disciplina. Abrazos.

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